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Toggle¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional se trata de un fuerte sentimiento de adicción, necesidad y anhelo hacia otra persona allegada, generalmente hacia la pareja, que acaba derivando en una dinámica de interacciones sociales desadaptativas.
Así, la persona que se siente dependiente emocionalmente de otra, tiende a vivir con muchísima ansiedad, activación e hipervigilancia constante la relación ya que tiene un miedo incapacitante al abandono, protagonizado por su baja autoestima y baja consideración de sí mismo/a. Esto le lleva a poner en marcha una serie de actividades y conductas encaminadas a mantener a la otra persona a su lado: controlar a su pareja; dejar de lado sus actividades, hobbies e intereses; dejar de lado sus actividades sociales; idealizar a su pareja; no poner límites y no dejar espacio para las actividades y crecimiento individual dentro de la relación.
Generalmente, la dependencia emocional provoca un desgaste brutal en ambos miembros de la relación ya que es muy frecuente que la persona que está con alguien dependiente, tienda a vivir esta situación como una amenaza y reclame su espacio alejándose más. Esto será vivido con más recelo por parte de la persona dependiente, en quien rápidamente saltarán las alarmas de que algo no va bien, intentando recuperar a su ser querido.
Estas dinámicas de dependencia emocional se intensifican todavía más cuando se dan en personas con apegos ansiosos y huidizos, lo que llamamos la “trampa del apego ansioso/huidizo”. ¿Qué quiere decir esto? Pues es muy sencillo. Cuando una persona con apego ansioso siente que su pareja no está dándole el refuerzo y el cariño que necesita, ésta lo reclamará con más fuerza (“no me quieres”, “no pasas el suficiente tiempo conmigo”, “tus amigos te interesan más que yo”, “seguro que con tu ex no te comportabas así”) creando así dependencia emocional. Si quieres saber más sobre los tipos de apego te recomendamos que leas el siguiente artículo: Conoce los 4 tipos de apego y sus características.
Esto será vivido por parte de la persona con apego huidizo como una coacción y amenaza a su libertad, por lo que responderá evadiéndose más. Cuando la persona ansiosa percibe que su pareja se retira, al principio, puede que insista más pero después también se retirará y es entonces donde deja el terreno libre para que su pareja vuelva a él/ella.
Como decíamos, estas dinámicas parecidas al cuento del “gato y el ratón” suelen ser muy desgastantes y favorecen todavía más la dependencia emocional. Pero… ¡Cuidado! Aunque está muy bien que conozcamos algunos términos, tampoco conviene “patologizar” a todo el mundo.
Está muy de moda hablar de apego ansioso, de dependencia emocional… ¿Pero realmente hay tanta gente que tenga estos problemas o es que se están relacionando con la persona incorrecta o manteniendo estilos de comunicación incorrectos? Es importante que reflexionemos sobre ello. Una persona con apego seguro también puede sentir ansiedad si su pareja no presenta responsabilidad afectiva hacia él/ella o no presenta interés en pasar tiempo con él/ella. Es importante, por ello, que aprendamos a identificar nuestras necesidades afectivas y a relacionarnos con personas que tengan unas necesidades afectivas relativamente compatibles con las nuestras, o por lo menos, que estén dispuestos a comunicarse y a llegar a acuerdos comunes.
Es evidente que el tener una autoestima deficiente y unas creencias incorrectas puede provocar la dependencia emocional, pero también es cierto que nuestra pareja tiene mucho que aportar a nuestra autoestima y a nuestra mejora personal. Por supuesto, tenemos que hacer un trabajo interno de reflexión y crecimiento, pero este trabajo muchas veces pasa por aprender a relacionarnos con gente que nos suma y no que nos resta, ¿verdad?
¿Cómo superar la dependencia emocional?
Cómo psicóloga, te dejo algunos “tips” que puedes poner en marcha, desde ya, tú mism@ para mejorar tu dependencia emocional:
- Empieza a hacer actividades tú solo/a, sin depender de nadie más.
- Sal con gente diferente y con gente nueva cada fin de semana. No esperes a que tu pareja te diga de quedar o de hacer algo para buscar una segunda alternativa… Él o ella no tiene por qué ser siempre tu primera opción y seguro que os veis con más ganas si has hecho algo tú solo/a, ¡Piensa en todas las cosas interesantes que podrás contarle después!
- Valora tus logros, tus éxitos y ten muy en cuenta tus capacidades.
- Deja de pensar que eres alguien abandonable o sustituible. Si tu pareja está contigo es porque te quiere y te quiere por lo que eres. Que algún día deje de quererte es algo que no puedes controlar y no depende ni dependerá nunca de tu valor.
- Acepta la incertidumbre como parte de la vida. Piensa en todas las veces que has sucumbido al cambio o que simplemente éste ha llegado, aunque no quisieras y al final no ha ido tan mal como pensabas (cambio de trabajo, cambio de residencia, cambio de instituto…). Sé que te da mucho miedo pensar en un futuro sin tu pareja, pero te prometo que este futuro no sería tan aterrador si finalmente llegase. Puedes ir exponiéndote poco a poco a esta posibilidad, en tu imaginación. Imagínate feliz sin tu pareja, haciendo cosas por ti mismo/a, siguiendo con tu vida… Este ejercicio hará que el miedo a la pérdida se vaya disipando y que la dependencia emocional pierda fuerza, ¡atrévete a probarlo!
- Cuestiona tus creencias sobre el amor romántico. Ni existe una media naranja, ni el amor todo lo puede… y mucho menos es cierto que quien bien te quiera te hará llorar. Existen creencias más racionales y adaptativas que te harán mucho mejor y te prometo que si eres capaz de cambiar tus pensamientos, tus emociones también lo harán. Olvida los mitos del amor romántico.
- Aprende a poner límites, empezando por lo más suave. No tienes por qué ceder a todo ni estar disponible siempre ni mucho menos olvidarte de tus necesidades para que los demás te quieran. No tengas miedo de poner estos límites, cuando los pongas comprobarás que la gente te sigue queriendo y respetando igual porque te quieren por lo que eres y no por lo que haces. Y, si alguien se ofende porque pongas tus límites recuerda que hasta ahora se estaba aprovechando de que no los pusieras… Así que, ¡bye bye!
- Haz ejercicios que te ayuden a manejar tu ansiedad y a regularte emocionalmente. Deportes suaves, danza, yoga, pilates, meditación, ejercicios de relajación muscular… Todo esto mantendrá tu sistema nervioso más equilibrado y te ayudará a no estar tan reactivo/a. No obstante, si no es suficiente, tendrás que pensar en buscar ayuda profesional… Seguro que un psicólogo/a te podrá ayudar muchísimo a trabajar esas creencias y a practicar las habilidades sociales y tu desarrollo personal.
Soy Marta Prat, psicóloga clínica. Y estoy aquí para ayudaros en todo lo que necesitéis. Espero que este artículo os haya servido a entender un poco más sobre qué es la dependencia emocional y cómo puede superarse. ¡Ten paciencia! Poco a poco lo lograrás.
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